Son las 5:30 de la mañana, Thierry Emery, de 53 años, espera entregar su cargamento de aluminio antes del mediodía en Tavazzano, cerca de Milán. En sus 35 años de carrera, este habitual de la carretera ya ha recorrido 3 millones y medio de kilómetros. Y la pasión sigue ahí.

 

"A los 4 años ya elegí este oficio, con los camiones grandes y todo... pero es verdad que te tiene que gustar estar solo". Thierry también tuvo que aceptar una vida familiar marcada por las ausencias.

 

"Me quito el sombrero especialmente ante mi mujer. No sirvo para nada, no estoy. Tengo dos hijas y la primera, cuando tenía dos años y medio, la tuve que llevar conmigo para unos días en el camión para que no me moleste más."

 

Con la vida familiar a menudo inexistente y las semanas laborales a veces prolongadas, Thierry comprende la reticencia de algunos jóvenes a salir de viaje.

 

 
 

No hay suficientes conductores suizos

Si en Suiza todavía no se habla de escasez, como ocurre en el Reino Unido o en muchos paises de Europa, aún así los sindicatos están preocupados. "En Suiza no encontramos suficientes conductores", explica David Piras, secretario general de la asociación de camioneros suizos. "Cada año contratamos a unos 3.000 conductores del extranjero. Vienen de Eslovaquia, Bulgaria e incluso Ucrania. Antes eran polacos, pero ahora encuentran trabajo en su país o en Alemania".

 

Para el sindicato del sector, hay que aumentar los salarios para atraer a los jóvenes pero también para revalorizar la profesión y ofrecer perspectivas de futuro. El sindicato tiene previsto lanzar una iniciativa popular en este sentido.

 

El camino, una aventura

Mientras tanto, Thierry continúa su viaje y se acerca a Iselle en Italia. Pero no llegará a tiempo a Tavazzano porque se le pinchó un neumático. “Cada día es una nueva aventura”, explica Thierry, que ha aprendido a afrontar lo inesperado. Lo advierte su jefe, Paolo Naselli, director de Martin Transports y vicepresidente de Astag, la asociación suiza de transporte por carretera.

 

"La economía se ha recuperado con fuerza y ​​todos los transportistas tienen sus carteras de pedidos llenas", subraya. "Por eso también hay escasez de conductores".

 

Después de descargar su mercancía, Thierry parte hacia su siguiente carga. Pero suena el teléfono. Es la agencia...  Se pronostica mal tiempo, tiene que cambiar de planes y tomar el paso Grand-Saint-Bernard. La vida de un camionero suele estar llena de acontecimientos inesperados. Pero Thierry tiene un lema: " seguir hacia adelante y mantenerse fresco”.

 

 “¿Escasez de camioneros y pronto nos quedaremos sin combustible?”, escuche el gran debate del Foro: